Un tribunal sentenció al ex dictador, refugiado en Arabia Saudita, por "incitación al desorden, asesinatos y saqueos". Es el segundo ex mandatario en ser juzgado por la muerte de manifestantes durante las revueltas
El juicio, conducido por un tribunal militar, investigaba el asesinato de cuatro jóvenes que murieron por disparos en la ciudad de Uardanín (sur) a mediados de enero de 2011. En la noche del 15 al 16 de enero, tras la huida de Ben Alí hacia Arabia Saudita cuando fue derrocado tras las protestas, cuatro manifestantes murieron cuando trataban de impedir que escapara el sobrino del presidente, Kais Ben Alí.
Las familias de las víctimas acusan a los agentes de las fuerzas de seguridad de haber dado la orden de disparar contra los manifestantes. Los días que siguieron a la huida de Ben Alí se caracterizaron por el caos y la violencia.
Kais Ben Alí, potentado local de Msaken, una localidad de la región de origen del ex presidente, fue por su parte detenido el pasado 14 de marzo en Sousse (este). Una quincena de miembros de las fuerzas de seguridad se encontraban también procesados en este caso, y el tribunal los condenó a penas de entre 5 y 10 años. Algunos acusados huyeron previamente del país.
La Justicia también otorgó indemnizaciones a las familias de las víctimas de entre 150.000 y 300.000 dinares (75.000 y 100.000 euros). La condena en el caso de Uardanín ocurre cuando otro tribunal militar, en Kef (oeste de Túnez), debe pronunciarse próximamente en el "caso de los mártires de Thala y Kaserín". La fiscalía ha pedido la pena de muerte contra Ben Alí, acusado de complicidad de homicidios voluntarios en la muerte de 22 manifestantes muertos en enero de 2011 en la región centro del país.
Ben Alí ya ha acumulado ante la Justicia civil condenas por 66 años de cárcel, entre otros por malversación. Es objeto, junto a su esposa Leila Trabelsi, de una orden de arresto internacional, pero Arabia Saudita no ha querido hasta ahora responder a los pedidos de extradición tunecinos.
El juicio, conducido por un tribunal militar, investigaba el asesinato de cuatro jóvenes que murieron por disparos en la ciudad de Uardanín (sur) a mediados de enero de 2011. En la noche del 15 al 16 de enero, tras la huida de Ben Alí hacia Arabia Saudita cuando fue derrocado tras las protestas, cuatro manifestantes murieron cuando trataban de impedir que escapara el sobrino del presidente, Kais Ben Alí.
Las familias de las víctimas acusan a los agentes de las fuerzas de seguridad de haber dado la orden de disparar contra los manifestantes. Los días que siguieron a la huida de Ben Alí se caracterizaron por el caos y la violencia.
Kais Ben Alí, potentado local de Msaken, una localidad de la región de origen del ex presidente, fue por su parte detenido el pasado 14 de marzo en Sousse (este). Una quincena de miembros de las fuerzas de seguridad se encontraban también procesados en este caso, y el tribunal los condenó a penas de entre 5 y 10 años. Algunos acusados huyeron previamente del país.
La Justicia también otorgó indemnizaciones a las familias de las víctimas de entre 150.000 y 300.000 dinares (75.000 y 100.000 euros). La condena en el caso de Uardanín ocurre cuando otro tribunal militar, en Kef (oeste de Túnez), debe pronunciarse próximamente en el "caso de los mártires de Thala y Kaserín". La fiscalía ha pedido la pena de muerte contra Ben Alí, acusado de complicidad de homicidios voluntarios en la muerte de 22 manifestantes muertos en enero de 2011 en la región centro del país.
Ben Alí ya ha acumulado ante la Justicia civil condenas por 66 años de cárcel, entre otros por malversación. Es objeto, junto a su esposa Leila Trabelsi, de una orden de arresto internacional, pero Arabia Saudita no ha querido hasta ahora responder a los pedidos de extradición tunecinos.