Tenemos 67 mil soldados y policías que todos pagamos para que gran parte sirva a la alta burocracia civil y militar como choferes, guardaespaldas, abrepuertas, portacelulares, bañaperros, jardineros, cocineros y lambones. A veces vigilan los puentes, no para que no los roben (como ha sucedido con el Juan Bosch, el del Higuamo, uno en la carretera Sánchez y ahora el mismísimo Duarte), sino porque el Presidente de la República viene o va desde o hacia Nueva York Chiquito, Capital de un país situado en la vanguardia de la postmodernidad.
Por Ramón Colombo