miércoles, 22 de agosto de 2012

Antes de conocer a Miguel, en mi casa éramos diez hermanos; ahora somos once, porque él es para mí como un hermano”.


Nosotros no somos amigos de la farándula. Nos conocimos hace 20 años y conversando nos dimos cuenta de que teníamos muchas cosas en común: nuestras familias, los sentimientos, nuestros orígenes. Incluso, el mismo grado de responsabilidad con nuestras respectivas familias. Nosotros hemos colocado los valores familiares por encima de lo que puede ser este negocio. Aunque últimamente no, antes, se nos acercaban muchas personas que querían distanciarnos, recuerdo que hasta llegaban a hacer comparaciones por separado y nos decían a uno y a otro, “oye, pero tú eres mejor que fulano”. Entonces nos alejábamos de esas personas. Antes de conocer a Miguel, en mi casa éramos 10 hermanos; ahora somos once. Es mi hermano, ha estado en todos los momentos de mi vida, buenos y malos. Me considero ser una persona un poco diferente, le he manifestado que él nunca me juzga. Siempre nos hemos respetado. Aquí no hay sueldo, el dinero que hay lo usa el que lo necesita. Enfrentamos juntos cualquier situación.

10. Mi esposa

Una bendición. Tengo 20 años de casado con mi esposa, que se casó conmigo cuando yo era sastre, no artista. Mayra es la madre de mis tres hijos y yo le doy un gran valor, ella es imprescindible e insustituible en mi vida, ella es más mujer que yo hombre. Ella es una fajadora incansable y, al igual que yo, está consciente de la importancia que tiene el darles una buena educación a nuestros hijos. Por disposición de mi esposa, como viajamos mucho, estamos adaptándonos a ellos. En mi casa vemos televisión en mi habitación y se ve lo que ellos quieran ver. Es muy importante pasar tiempo de calidad con mis hijos, por los momentos que estoy ausente por trabajo, trato siempre de complacerlos, pero inculcándoles que es importante ganarse las cosas.

Amigo verdadero
Aunque últimamente no, antes se nos acercaban muchas personas que querían distanciarnos a mí y a Miguel”.

www.elcaribe.com.do Por Evelyn Irizarri