SANTIAGO (R. Dominicana).- El hospital José María Cabral y Báez tiene un rostro nuevo, no así otras partes del cuerpo, que se caen a pedazos. Tras ocho meses de espera, el centro de salud más importante de la región del Cibao estrena una nueva emergencia a un costo de 22 millones de pesos.
El área contará con equipos sofisticados al más alto nivel, para brindar asistencia a la población.
Rolando Báez, director del centro, señaló que los habitantes de Santiago disfrutarán de servicios gratuitos, y los exhortó tanto a los pacientes como al personal hospitalario, a cuidar las instalaciones.
“Hablar del hospital José María Cabral y Báez es hacerlo de un elemento patrimonial. El tiempo implacable y el uso intenso y masivo de sus instalaciones ha obligado readecuarlo, y eso estamos haciendo con el remozamiento de la emergencia”, dijo Báez.
Sin embargo la edificación tiene problemas estructurales, como las filtraciones en áreas claves, como pudo notar 7dias.com.do. Otro de los dolores de cabeza son los elevadores, de los cuales solo uno, y en pésimas condiciones, funciona. En contraste con la nueva emergencia, los pasillos están abandonados.
“Tenemos una emergencia nueva ¿y qué?”, dice María Rodríguez, al referirse al área de ortopedia y mostrar las condiciones en que están algunos pacientes.
“Mira eso, que vergüenza”, señala Rodríguez, mostrando su inconformidad por el descuido del lugar.
En el Cabral y Báez laboran 2,600 personas. Su estructura resulta ya insuficiente para atender a las más de diez mil personas que acuden diariamente en busca de asistencia y a los casi 600 pacientes para los que tiene capacidad.
El área contará con equipos sofisticados al más alto nivel, para brindar asistencia a la población.
Rolando Báez, director del centro, señaló que los habitantes de Santiago disfrutarán de servicios gratuitos, y los exhortó tanto a los pacientes como al personal hospitalario, a cuidar las instalaciones.
“Hablar del hospital José María Cabral y Báez es hacerlo de un elemento patrimonial. El tiempo implacable y el uso intenso y masivo de sus instalaciones ha obligado readecuarlo, y eso estamos haciendo con el remozamiento de la emergencia”, dijo Báez.
Sin embargo la edificación tiene problemas estructurales, como las filtraciones en áreas claves, como pudo notar 7dias.com.do. Otro de los dolores de cabeza son los elevadores, de los cuales solo uno, y en pésimas condiciones, funciona. En contraste con la nueva emergencia, los pasillos están abandonados.
“Tenemos una emergencia nueva ¿y qué?”, dice María Rodríguez, al referirse al área de ortopedia y mostrar las condiciones en que están algunos pacientes.
“Mira eso, que vergüenza”, señala Rodríguez, mostrando su inconformidad por el descuido del lugar.
En el Cabral y Báez laboran 2,600 personas. Su estructura resulta ya insuficiente para atender a las más de diez mil personas que acuden diariamente en busca de asistencia y a los casi 600 pacientes para los que tiene capacidad.
Junior Marte/7dias.com.do