Mientras la desesperación se apodera de los adultos, los niños, inocentemente, juegan en las calles llenas de lodo y aguas contaminadas. Sus ropas sucias y rostros de hambruna reflejan la necesidad que los acoge.
Hasta que las aguas retornen a su lugar, muchas familias dominicanas tendrán que soportar la pena de sus pérdidas y continuarán viviendo con el presentimiento de que las angustias vividas pueden repetirse, ya sea por Isaac, George, o quién sabe por cuál otra denominación que, en definitiva, significa: sufrimientos y quebrantos…
Hasta que las aguas retornen a su lugar, muchas familias dominicanas tendrán que soportar la pena de sus pérdidas y continuarán viviendo con el presentimiento de que las angustias vividas pueden repetirse, ya sea por Isaac, George, o quién sabe por cuál otra denominación que, en definitiva, significa: sufrimientos y quebrantos…
Por: Redacción DH