El rumor es que la venganza llegará más lejos...
Los medios son como los ríos que cuando suenan es porque algo traen: agua, piedra, palos, y hasta culebrillas. Lo mismo sucede con los rumores: cuando llegan a los periódicos por lo menos la mitad es cierta.
El anterior vocero de la Policía negó que en la institución hubiera dificultades por la confirmación de su superior en el cargo, sin darse cuenta de que los desmentidos, en ocasiones, tienen un efecto contrario.
La verdad como el corcho siempre flota.
El problema no es que hubo disgusto porque Polanco Gómez siguiera al frente de ese cuerpo, sino que se le acusa de animadversión contra oficiales que soñaron con el puesto.
Algo natural, humano, pero que no procede, pues un órgano como la PN debe estar por encima de los hombres y las coyunturas, aun cuando éstas sean cambios de gobierno.
Ya se hizo un movimiento en los mandos internos, y se atribuye a una especie de revancha, retaliación o castigo disfrazado de rutinario.
Sin embargo, se teme que la cosa no se quede ahí y se intente ir más lejos y se malogre la carrera de oficiales de buena formación y conducta irreprochable.
Como se decía antes entre muchachos: "tani boy".
Los medios son como los ríos que cuando suenan es porque algo traen: agua, piedra, palos, y hasta culebrillas. Lo mismo sucede con los rumores: cuando llegan a los periódicos por lo menos la mitad es cierta.
El anterior vocero de la Policía negó que en la institución hubiera dificultades por la confirmación de su superior en el cargo, sin darse cuenta de que los desmentidos, en ocasiones, tienen un efecto contrario.
La verdad como el corcho siempre flota.
El problema no es que hubo disgusto porque Polanco Gómez siguiera al frente de ese cuerpo, sino que se le acusa de animadversión contra oficiales que soñaron con el puesto.
Algo natural, humano, pero que no procede, pues un órgano como la PN debe estar por encima de los hombres y las coyunturas, aun cuando éstas sean cambios de gobierno.
Ya se hizo un movimiento en los mandos internos, y se atribuye a una especie de revancha, retaliación o castigo disfrazado de rutinario.
Sin embargo, se teme que la cosa no se quede ahí y se intente ir más lejos y se malogre la carrera de oficiales de buena formación y conducta irreprochable.
Como se decía antes entre muchachos: "tani boy".
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