El ultraderechista Anders Breivik, condenado este viernes por el tribunal de Oslo a 21 años de prisión por la muerte de 77 personas, se convirtió en el recluso más caro de la historia contemporánea de Noruega. Mantener a Breivik en la cárcel después de la masacre el 22 de julio de 2011 en la isla de Utoya les costó a las autoridades 12,5 millones de coronas noruegas por año (casi 2 millones de euros), el gasto que corresponde al mantenimiento de unos 15 reclusos ‘habituales’. El cálculo procede las estimaciones del Ministerio de Justicia, que cuenta gastos de personal y de seguridad, ya que debe haber un mínimo de cuatro personas durante el día y tres por la noche en la cárcel de Ila, al oeste de Oslo, donde está detenido el autor de la masacre en Utoya. Según la prensa local, el mantenimiento de Breivik en la cárcel de Ila, le costaría al Estado en el futuro unos 5 millones de coronas noruegas anuales (700.000 euros).
Además se construirá un edifico especial dentro del predio del penal para acoger a Breivik. Se estima que esa nueva instalación tendrá un costo de 25 millones de coronas (3,5 millones de euros). Breivik permaneció tres semanas en observación durante la pasada primavera boreal en un hospital psiquiátrico de Dikemark , donde se le realizó el segundo examen mental. Los costos del personal de ese centro de salud ascendieron a 2,1 millones de coronas (279.000 euros).
Además se construirá un edifico especial dentro del predio del penal para acoger a Breivik. Se estima que esa nueva instalación tendrá un costo de 25 millones de coronas (3,5 millones de euros). Breivik permaneció tres semanas en observación durante la pasada primavera boreal en un hospital psiquiátrico de Dikemark , donde se le realizó el segundo examen mental. Los costos del personal de ese centro de salud ascendieron a 2,1 millones de coronas (279.000 euros).
