
Teresa Guerrero/ Acento.com.do
SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La prohibición por ley de la venta de ropas y zapatos usados ha caído como una bomba entre los comerciantes informales que viven esta actividad.
“¡Si quitan esto, yo hasta me tiro del puente!”, exclama vendedora de ropa usada Cecilia Santos.
Como ella, cientos de comerciantes y buhoneros instalados en el Distrito Nacional, se resisten enérgicamente a que se prohíba la entrada de ropa de segunda mano al país.
En todo el país suman miles los comerciantes que viven del negocio de la ropa y los zapatos usados. Para ellos, la medida destruiría pequeños negocios con los que han buscado el sustento económico a sus familias en los últimos años.
“¡Si quitan esto, yo hasta me tiro del puente!”, exclama vendedora de ropa usada Cecilia Santos.
Como ella, cientos de comerciantes y buhoneros instalados en el Distrito Nacional, se resisten enérgicamente a que se prohíba la entrada de ropa de segunda mano al país.
En todo el país suman miles los comerciantes que viven del negocio de la ropa y los zapatos usados. Para ellos, la medida destruiría pequeños negocios con los que han buscado el sustento económico a sus familias en los últimos años.