lunes, 17 de septiembre de 2012

Complete el ciclo, Presidente Medina


El gobierno de Danilo Medina está siendo muy reconocido por su disposición para superar las graves condiciones en que vive la gente de La Barquita, en Sabana Perdida, Santo Domingo Norte. Eso está muy bien.

Es oportuno recordar que este diario editorializó el pasado 6 de este mes sobre esa y otras situaciones parecidas y decía: Ahora, cuando vivimos los tiempos de “hacer lo que nunca se hizo”, sería justo que las autoridades no sólo cambien el discurso, sino que, en consonancia con la consigna de “Manos a la obra”, adopten políticas que impliquen un cambio a esa penosa realidad.

Decíamos: Las autoridades saben muy bien qué puede ocurrir en cualquier momento en La Barquita, Sabana Perdida, Santo Domingo Norte. Las autoridades saben también qué ocurrirá en El Hoyo de Julia en Santiago.

Ya el presidente Medina se hizo cargo de La Barquita. ¡Magnífico! El Hoyo de Julia en Santiago también está en vía de ser salvado. El jueves elCaribe informó que el alcalde de Santiago, Gilberto Serulle, inició la construcción de un proyecto habitacional para reubicar a 120 familias residentes en El Hoyo de Julia.

En el editorial del día 6 agregábamos: Las autoridades nacionales saben muy bien qué le espera a la cuenca baja del valle de Neiba, una región sometida a un grave deterioro ambiental, castigada por los elementos naturales.

La historia de Jaquimeyes, Peñón, zonas bajas de Canoa y Vicente Noble, provincia Barahona, no tiene que ser contada para conocerla. Lo mismo pasa con El Jobo, Uvilla, Peñón y Tamayo, en la provincia Bahoruco. Están condenadas a progresivas inundaciones, con pérdidas de corteza terrestre, cultivos y vidas humanas.

El drama de los pueblos inundados por el lago Enriquillo es inenarrable y por más científicas que sean las explicaciones de los expertos, nunca serán satisfactorias si no toman en serio que la principal fuente del desastre son los millones de metros cúbicos de agua que vierte el río Yaque del Sur sobre el mismo a través del canal de Mena y la laguna Rincón.

El presidente Medina debe completar el ciclo. Él, mejor que nadie, conoce el problema. En 1998, después de Georges, como ministro de la Presidencia, sobrevoló el valle de Neiba, aterrizó y observó el lugar donde se debe levantar la presa de Monte Grande. Los trabajos del proyecto de Monte Grande deben ser acelerados. Su apoyo es vital

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