Acento.com.do
SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La llamada política de “mano dura” contra la delincuencia común, que lleva a agentes de la Policía Nacional a ejecutar a ciudadanos y ciudadanas a los cuales se señala como sospechosos de haber cometido algún delito, ha sido un total fracaso como método para disminuir la inseguridad y controlar la delincuencia común.
Desde el año 1997 hasta agosto del presente año 2012 han sido muertos a manos de la Policía Nacional 4 mil 69 hombres, mujeres y hasta menores de edad, y sin embargo la seguridad ciudadana no ha mejorado ni la delincuencia ha disminuido.
Sólo en la gestión del jefe policial Rafael Guillermo Guzmán Fermín, en los años 2008, 2009 y 2010 fueron muertos más de mil 300 ciudadanos.
La delincuencia no se ha reducido en ninguna de sus expresiones, desde la simple ratería o delincuencia común, hasta el delito de cuello blanco, pasando por el crimen organizado y la corrupción en la administración pública.
El discurso de la “mano dura”, estimulado por la derecha política y los sectores más conservadores de la sociedad civil, que incluye a la cúpula de la Iglesia Católica, suele aplaudir los llamados “intercambios de disparos”, una expresión eufemística que se usa para ocultar las ejecuciones de personas por parte de patrullas y agentes policiales.
Con el general José Armando Polanco Gómez, hasta finales de agosto del presente año 2012 los muertos a manos de agentes policiales sumaban 170
Según las estadísticas que registra la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en los gobiernos de Leonel Fernández e Hipólito Mejía han sido muertos por los agentes policiales 4 mil 69 personas.
En el año 1997, cuando ocupó la jefatura de la Policía Nacional, José Aníbal Sanz Jiminián, fueron muertas 351 personas en intercambios de disparos y en otras circunstancias en que actuaron agentes policiales.
En el año 1998, bajo la jefatura de Sanz Jiminián, fueron muertos 253 ciudadanos y ciudadanas.
En el año 1999, en la jefatura de Pedro de Jesús Candelier, durante el gobierno del presidente Leonel Fernández, fueron muertos 219 personas.
En el año 2000, con el mismo Pedro de Jesús Candelier, al final del gobierno de Fernández y al comienzo del gobierno de Hipólito Mejía, los muertos a manos de la Policía Nacional sumaron 301.
Para el año 2004, entre el final de la jefatura de Candelier y el comienzo de la gestión de Jaime Marte Martínez, los muertos sumaron 360.
En 2005, entre la jefatura de Marte Martínez y la de Manuel de Jesús Pérez Sánchez hubo 437 muertes a manos de agentes policiales.
Entre 2006, bajo la jefatura de Bernardo Santana Páez, los muertos fueron 295.
En el año 2007, también con Santana Páez, se elevó el número a 345.
En 2008, bajo el mando de Rafael Guillermo Guzmán Fermín, el número de muertos se elevó a 413.
Para el año 2009, los muertos por la jefatura de Guzmán Fermín sumaron 400.
En 2010, antes de entregar el mando a José Armando Polanco Gómez, los muertos de la administración de Guzmán Fermín sumaron más de 450.
Con José Armando Polanco Gómez, el año 2010 terminó con otros 28 muertos.
En 2011, con la jefatura de Polanco Gómez, se sumaron otras 300 víctimas de los intercambios de disparos.
Con el general José Armando Polanco Gómez, hasta finales de agosto del presente año 2012 los muertos a manos de agentes policiales sumaban 170.
Desde el año 1997 hasta agosto del presente año 2012 han sido muertos a manos de la Policía Nacional 4 mil 69 hombres, mujeres y hasta menores de edad, y sin embargo la seguridad ciudadana no ha mejorado ni la delincuencia ha disminuido.
Sólo en la gestión del jefe policial Rafael Guillermo Guzmán Fermín, en los años 2008, 2009 y 2010 fueron muertos más de mil 300 ciudadanos.
La delincuencia no se ha reducido en ninguna de sus expresiones, desde la simple ratería o delincuencia común, hasta el delito de cuello blanco, pasando por el crimen organizado y la corrupción en la administración pública.
El discurso de la “mano dura”, estimulado por la derecha política y los sectores más conservadores de la sociedad civil, que incluye a la cúpula de la Iglesia Católica, suele aplaudir los llamados “intercambios de disparos”, una expresión eufemística que se usa para ocultar las ejecuciones de personas por parte de patrullas y agentes policiales.
Con el general José Armando Polanco Gómez, hasta finales de agosto del presente año 2012 los muertos a manos de agentes policiales sumaban 170
Según las estadísticas que registra la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en los gobiernos de Leonel Fernández e Hipólito Mejía han sido muertos por los agentes policiales 4 mil 69 personas.
En el año 1997, cuando ocupó la jefatura de la Policía Nacional, José Aníbal Sanz Jiminián, fueron muertas 351 personas en intercambios de disparos y en otras circunstancias en que actuaron agentes policiales.
En el año 1998, bajo la jefatura de Sanz Jiminián, fueron muertos 253 ciudadanos y ciudadanas.
En el año 1999, en la jefatura de Pedro de Jesús Candelier, durante el gobierno del presidente Leonel Fernández, fueron muertos 219 personas.
En el año 2000, con el mismo Pedro de Jesús Candelier, al final del gobierno de Fernández y al comienzo del gobierno de Hipólito Mejía, los muertos a manos de la Policía Nacional sumaron 301.
Para el año 2004, entre el final de la jefatura de Candelier y el comienzo de la gestión de Jaime Marte Martínez, los muertos sumaron 360.
En 2005, entre la jefatura de Marte Martínez y la de Manuel de Jesús Pérez Sánchez hubo 437 muertes a manos de agentes policiales.
Entre 2006, bajo la jefatura de Bernardo Santana Páez, los muertos fueron 295.
En el año 2007, también con Santana Páez, se elevó el número a 345.
En 2008, bajo el mando de Rafael Guillermo Guzmán Fermín, el número de muertos se elevó a 413.
Para el año 2009, los muertos por la jefatura de Guzmán Fermín sumaron 400.
En 2010, antes de entregar el mando a José Armando Polanco Gómez, los muertos de la administración de Guzmán Fermín sumaron más de 450.
Con José Armando Polanco Gómez, el año 2010 terminó con otros 28 muertos.
En 2011, con la jefatura de Polanco Gómez, se sumaron otras 300 víctimas de los intercambios de disparos.
Con el general José Armando Polanco Gómez, hasta finales de agosto del presente año 2012 los muertos a manos de agentes policiales sumaban 170.