Santiago.-El parque vehicular de la Oficina Metropolitana de servicios de Autobuses (OMSA) en Santiago se ha convertido en un cementerio de chatarras y de 120 guaguas que iniciaron las operaciones hace trece años, hoy día solo 20 circulan y con precariedad.
El colapso es tal, que de mil 200 empelados que contaban hoy día solo laboran 300 y se teme pueda seguir reduciendo.
El director de la institución en Santiago, Félix Paulino, admite que muchas veces los pocos pasajeros que montan tienen que esperar, entre una y dos horas para conseguir una guagua de la Omsa en las cuatro rutas que aún siguen funcionado.
La utilizada para el transporte de estudiantes opera con precariedad. Los usuarios que prefieren pagar este servicio utilizan las llamadas guaguas caliente y las frías, las primeras carecen de aire y los precios oscilan entre diez y quince pesos.
Paulino explicó que con la actual crisis por la que atraviesa ante la falta de subsidio, diariamente transportan entre siete y ocho mil pasajeros.