Santo Domingo
Kacy Wilson era hasta el miércoles un fanático de los Leones del Escogido. Anoche acudió al parque Quisqueya en compañía de su padre para ver jugar a Manny Ramírez, el hombre que provocó que tomara la extrema decisión.
“Yo simpatizaba por el Escogido, pero me cambié a las Aguilas porque Manny es mi ídolo’, expresó Kacy, de diez años.
Así de grande es el impacto que puede llegar a causar esta carismática figura del béisbol, que en ocasiones habla como un hombre que ha madurado (“En la vida uno tiene varias etapas y las va superando, tú me entiende…”)?.
Como un cristiano en otras (“La juventud debe buscar de Dios, esa es la luz en el camino”) o, simplemente, como un bufón al responder la pregunta de cómo ve la Liga Dominicana: “Bien, con los ojos” (risas).
Es Manny siendo Manny, para lo cual no tiene explicación el primer pelotero en jugar en el torneo local después de haber conectado 500 jonrones o más en las Grandes Ligas.
