Juan Saint Hilaire
Santiago.- Dias antes de que fuera presentado a la prensa el pasado día 2, ya Manny Ramírez se había convertido en la principal comidilla de esta ciudad.
Al margen de sus problemas pasados con relación a consumo de sustancias prohibidas que le provocaron dos suspensiones en Grandes Ligas, la fanaticada de las Águilas Cibaeñas estaba muy ansiosa esperando su llegada para así poder confirmar lo que habia sido rumor por dos años.
Una vez que el jardinero fue introducido de manera oficial y este asegurara su regreso al béisbol dominicano en el cual no partícipa desde la temporada 1994-95, su magnetismo se puso de manifiesto al atraer cientos de fanáticos en la parte frontal del Estadio Cibao que buscaban un autógrafo, estrecharle la mano, saludarlo desde lejos o simplemente contemplar la figura de un jugador que ha disparadado 555 cuadrangulares en Grandes Ligas.
Guardando las distancias, el nivel de excitación y algarabía que produjo Manny en ese particular momento, remembró aquellos años del legendario Guelo Diloné.
Ramírez, se confiesa ser un hombre nuevo que se conduce por las sendas cristianas y que sólo busca ayudar a las Águilas a ganar un campeonato.
En su trayectoria de Grandes Ligas, tuvo promedio de bateo de .312 y 1,831 carreras remolcadas, números acumulados durante 19 estaciones distribuídas entre Indios de Cleveland, Medias Rojas de Boston y Dodgers de Los Angeles (Tuvo breve participación con Chicago y Tampa Bay).
Sus 29 jonrones en post temporada es la mayor cantidad para un jugador en la historia del juego y ocupa el tercer puesto con 21 cuadrangulares de por vida con las bases llenas.
Actualmente, las Águilas Cibaeñas ocupan la primera posición del torneo dominicano y es probable que a sus 40 años de edad las cualidades físicas de Ramírez sean una interrogante en procura de que el conjunto siga acumulando victorias, pero independientemente del rendimiento que él pueda exhibir desde hoy en adelante, cierto es que la fanaticada dominicana tendrá la oportunidad de ver uno de los bateadores más finos y productivos que ha tenido la historia del béisbol mundial.
ESTADISTICAS EN DOMINICANA
En 84 juegos con las Águilas; .243 en promedio, 70 hits, 15 dobles, 7 triples, 2 jonrones, 28 impulsadas, 38 anotadas, 32 boletos y 45 ponches.