555 jonrones es una marca mucho mayor que 100 días menos y a Manny le gusta más la pelota que los millones con los que todo jugador sueña. Porque el beisbol es un juego y cuando se juega se goza, se pierda o se gane, si se es deportista.Ese es el beisbol que nos gusta, el de Cutá; el de José Lima; el de José Reyes; el de Canó; el de Valverde saltando como un chivo cada vez que logra un ponche; el de David Ortiz; el de los cubanos de Cuba que juegan por puro placer, aunque todos se la pasen escupiendo y persignándose.
Manny, como cristiano, podría ayudar a muchos jóvenes, no solo a alejarse de las drogas y acercarse al deporte, sino también a que vivan la pasión y no a embarcarse en una carrera absurda hacia los millones con sus tentaciones esteróidicas.
Bienvenido a tu casa Manny, el 99 te va a dar toda la suerte que necesitas.
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