Santo Domingo.-La muerte del teniente coronel Pedro de la Cruz no fue accidental.
El fenecido Jean Carlos de León (Cacón) y el malogrado oficial eran conocidos, incluso, una de las misas por la muerte de ambos fue celebrada en la misma iglesia y a la misma hora.
En la homilía del martes pasado, celebrada en la iglesia América Latina, en Sabana Perdida, por el sacerdote Nelson Acevedo, en un lado del lugar estaba la familia de Jean Carlos y del otro la del oficial.
Y es que “Cacón” vivía en Barrio Nuevo, en la calle Tercera, mientras que De la Cruz residía en Los Palmares, en la Amín Abel número 17, ambos sectores quedan en Sabana Perdida, a una distancia no muy lejana.
De acuerdo a una fuente, el teniente coronel había apresado, cuando tenía la comandancia del destacamento de Villa Mella, a su presunto homicida por un delito que cometió.
De la Cruz fue atacado a tiros cuando se trasladaba en su yipeta por la avenida Los Restauradores esquina Charles de Gaulle, en Sabana Perdida.
De inmediato, la Policía Nacional responsabilizó a Jean Carlos y Reynaldo Antonio Estévez Ramírez (Rey) del asesinato del oficial, supuestamente para robarle, pero luego cambiaron la versión y aún no ha dado a conocer el móvil oficial del crimen.
Estévez Ramírez se entregó y alega su inocencia, pero “Cacón” no tuvo la oportunidad de hacerlo: la Policía lo mató en un presunto intercambio de disparo.
Patricia de León, madre de Jean Carlos, narra que el día antes de la muerte de su hijo todo estaba organizado para entregarlo a las autoridades, incluso, la Policía estaba informada de todos los pasos que se darían.
“Como a eso de las cinco de la tarde hablamos con Jean Carlos, él dijo que se entregaría el viernes en la mañana, organizamos todo con los Derechos Humanos, un padre y la Policía, pero cuando nos levantamos nos enteramos que la Policía lo mató”, explicó.
