Es triste, en medio del derroche de hueca retórica de un patriotismo meramente ritual con el que estos celebran (palabras sin hechos) a Juan Pablo Duarte, que ante todo acto innoble de gobierno uno escuche con tan lamentable frecuencia, una expresión que lacera el alma, y que pronuncia mucha gente aquí y allá, en una patria que ya no soporta más abusos. La frase: “¡Cualquiera se va de este país!”. Pero cuando yo mismo lo digo, vienen a mi mente aquellos versos de Serrat: “Pero los muertos están en cautiverio/ y no nos dejan salir del cementerio”.
Por Ramón Colombo