jueves, 7 de febrero de 2013

Dinero sucio español habría sido invertido en el complejo turístico Cap Cana, de la familia Hazoury

Una investigación judicial que se realiza en España sobre los negocios del Grupo Vitalia, habría revelado la inversión de dinero sucio español en el complejo turístico Cap Cana a través del empresario Jesús Barderas, socio en ese y otros negocios de la familia Hazoury, según publica el periódico El Mundo en su edición de hoy.

 El escándalo del senador estadounidense Bob Menéndez y y el médico dominicano Salomón Melgen entró con fuerza en los medios locales y todavía se sienten sus coletazos.

 Quizá en breve los ruidos provengan de España amplificados por la investigación que realiza el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional sobre los negocios en el país del Grupo Vitalia. 

“La conexión dominicana de los ERE se oculta bajo varias capas de sociedades interpuestas, como en un juego de matriuskas”, dice el diario español.

 En un amplio reportaje publicado este jueves por el periódico El Mundo –al que se puede acceder pagando— se dice que Vitalia recibió 23,2 millones de euros en solo cinco años de la Junta de Andalucía para gestionar los expedientes de regulación de empleo (ERE), de los cuales 5,1 millones vinieron a parar a la República Dominicana a través de un entramado de empresas.

 El canalizador de esos dineros ahora bajo investigación fue el empresario español Jesús Barderas, radicado en el país desde 1986; el destino, el ambicioso complejo turístico Cap Cana, de la familia Hazoury, donde también participa como accionista Donald Trump.

 El resultado es que a través de Tenedora Verlac, el Grupo Vitalia era dueño del 18 % de la Corporación Hotelera del Mar, implicada en la construcción del hotel Cap Cana. Jesús Barderas, socio de la familia Hazoury, habría jugado un papel fundamental en la llegada de este presunto dinero sucio al paradisíaco “resort”.

 “Los agentes han entregado al Juzgado de Instrucción 6 contrato de compra y venta de acciones de Corporación Hotelera del Mar. Además, Eduardo Pascual tenía en su domicilio un contrato de 8 de marzo de 2005 por el que la dominicana Cap Cana y la panameña Creola Overseas, vinculadas a Barderas y a sus socios de la familia Hazoury, vendieron un 25 % del accionariado de Corporación Hotelera Internacional a Tenedora Tinalli, que podría ser, por tanto, otra de las sociedades utilizadas por el entramado para desviar fondos. Esa podría ser la operación de 28 millones reflejada en el borrador”, concluye la nota de El Mundo. 

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