Es posible que Manny Ramírez vaya a jugar a la liga de Taiwán, dice él, en caso de que no reciba oferta de liga grande antes del 7 de marzo. Con este movimiento, si lo hace, Manny está irrespetando su gran carrera en liga mayor, salpicada y manchada por dos suspensiones por consumo de sustancias prohibidas.
Él ha disparado 555 jonrones, fue uno de los mejores bates de su época, y al irse a Taiwán envía un mensaje de que no tiene idea de lo grande que ha sido. ¿Para qué seguir en un béisbol menor si no necesita de eso ni tampoco necesita dinero? Ese señor sigue muy perdido en el manejo de sus cosas, y tampoco tiene asesores o amigos que lo aconsejen. Él tiene derecho a tener “amor por el béisbol” y continuar, pero ese es solo un lado de la moneda. En el otro lado está el hecho de que debe dejar el juego con dignidad, aunque sea parcialmente.
Así actúan los grandes.
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