Santiago.-El cierre temporal del único aeropuerto turístico del país, el de Portillo, donde el turismo de aviación privada podía llegar y caminar a la playa, perjudica miles de negocios en el polo turístico del Norte de la Península de Samaná en los últimos nueve meses.
Primicias fue enterada en una tertulia en Santiago de los Caballeros del impacto negativo de ese cierre en ese polo en la economía de Las Terrenas, El Limón, Las Galeras y el Cozón, donde en los últimos nueve meses se ha visto una disminución del turismo de aviación, de líneas comerciales pequeñas y aviones privados dominicanos y extranjeros que dieron pie al crecimiento del desarrollo turístico de esa región.
El presidente Danilo Medina acaba de dar un ejemplo histórico de la responsabilidad social de cómo una concesión puede afectar la ciudadanía, como es el caso de la Barrick Gold, pero hay otras concesiones que a veces afectan comunidades y áreas especificas que pasan desapercibidas por el resto de la ciudadanía y las comunidades afectadas que no tienen la fuerza política ni el acceso de prensa de la capital para defender sus derechos.
Este es el caso del polo turístico del Norte de la Península de Samaná que comprende el área de Las Terrenas, El Limón, Las Galeras y el Cozón.
La concesión de este aeropuerto doméstico a una compañía privada, operado por las autoridades aeronáuticas y turísticas del gobierno hace 25 años, le dieron un valor enorme y plusvalía a las tierras privadas de la zona y se inició un desarrollo privado, hasta con la construcción de una nueva y moderna torre de control de tráfico aéreo y una terminal aérea por los dueños del mismo aeropuerto.
Pequeños inversionistas franceses e italianos en la última década se han unido a los dominicanos y españoles que hicieron surgir nuevas líneas aéreas domésticas con excursiones diarias, solo para volar a ese polo turístico, debido a la distancia desde Punta Cana, Puerto Plata, y que últimamente se ha reducido por la nueva Autopisa desde Santo Domingo.