Se sabía que el martes era el juego final del Clásico. Se sabía que la bebedera sería multitudinaria. Se sabía que a media noche estallaría la locura. Se sabía que el alcohol andaría a mil en nuestras calles cargadas de malditos impunes. Se sabía que como en este país la policía no trabaja de noche, salvo dos o tres patrullitas aisladas, podía darse cualquier tragedia... ¡Y así fue, con la muerte atroz de tres hermanos, para dolor de su familia y de toda la sociedad! (Entonces, lo de “Seguridad Ciudadana”, vieja o nueva, es pura ple pla).