El Sumo Pontífice arribó a la residencia del papa emérito después de trasladarse en helicóptero desde el Vaticano. En un encuentro inédito para la Iglesia Católica, rezaron y trataron el futuro de la organización, además de almorzar
Tras la bienvenida, Benedicto XVI rezó junto a Francisco en la capilla de Castel Gandolfo, poco antes de conversar y prodigarse elogios y fidelidad.
Según el vocero del Vaticano, "hubo un momento de altísima y profundísima comunión" entre ambos papas. El actual pontífice le regaló una imagen Virgen de la Humildad: "Me hizo pensar en Usted, en su pontificado", le dijo.
El vocero del Vaticano también detalló algunas diferencias entre la vestimenta de los dos papas: el emérito no lleva faja ni talar doble.