Reflexionando acerca de la semana que transcurre, el Señor me trajo a memoria un mandamiento ordenado por ÉL en su palabra, entregado por medio del Espíritu Santo al Apóstol Juan.
Aquí está: "Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano". 1 Juan 4:21.
Si tan solo este mandamiento se cumpliera, tendríamos un mejor país, fuéramos beneficiario de un modelo ejemplar de sociedad, contaríamos con una cosecha abundante de valores familiares y espirituales, y desaparecerían los enfrentamientos en la familia dominicana.
Nuestra oración va en esa dirección, mirando a través de la fe, una república dominicana cobijada y abrigada por el amor de Dios, porque "El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor". 1 Juan 4:8.
Que en esta semana y siempre, el amor de Dios sea la plataforma y punto de partida de la parentela dominicana, el nuevo enlace de una nación construída bajo el amor Ágape de Dios.
Shalom. Leví Adora!!