Cientos de personas que intentan cruzar la frontera e ingresar ilegalmente a territorio de los Estados Unidos viven en Tijuana, y habitan en pozos construidos manualmente
Incontables migrantes se han visto forzados a buscar refugio bajo tierra en Tijuana, al noroeste de México, ante el acoso de policías y delincuentes, y por la imposibilidad de regresar a sus lugares de origen.
Los "pocitos", túneles de dos a 15 metros de longitud y un metro de profundidad, excavados en la blanda tierra que las lluvias han traído a lo largo de los años al cauce del Río Tijuana, son las viviendas adoptadas por estos ciudadanos.
Se calcula que existen unos 30 túneles donde viven alrededor de 200 personas. Dentro de los "pocitos", la única certeza que tienen es que cualquier día podrían quedar sepultados. Para entrar a sus refugios es necesario saltar al interior; no hay escaleras, y las entradas están cubiertas de basura y tablas de madera a manera de camuflaje.