El fracaso de la política municipal y gubernamental para crear un sistema de parqueos públicos en el municipio de Santiago, ha dado oportunidad para que el sistema de parqueos se convierta en un negocio muy rentable para el comercio e instituciones de servicio.
Conforme a lo que establece la Ley municipal y los reglamentos y ordenanzas de construcción, los edificios que se levantan en la ciudad tienen que construir una cantidad de parqueos acorde a los visitantes.
Sin embargo, el cabildo ni tampoco ninguna institución regula esto y quienes construyen parqueos para sus visitas, los han convertido en un negocio lucrativo.
Un potencial cliente que asiste a alguna de las plazas comerciales de Santiago para ocupar un espacio de parqueo tiene que pagar dependiendo el tiempo que permanezca.
Mientras que en centros de servicios, como clínicas y centros de salud de la ciudad hay que pagar por adelantado y también se regula en el tiempo.
A pesar de que cobran por el parqueo, estos negocios señalan que no son responsables de perdidas del interior ni daños y robos al vehiculo. Esto es contradictorio con lo que establece el Código Civil sobre el guardián de la cosa que es responsable de dar cuenta de lo que ocurra, aunque ya hay Jurisprudencia de daños y robos de vehículos en plazas y negocios que han tenido que pagar en los tribunales a los dueños de estos muebles.
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