El espectáculo en que se convirtió la vista convocada por la Fiscalía del Distrito Nacional, para conocer los pareceres de las partes enfrentadas, en el caso de la querella de Guillermo Moreno contra Leonel Fernández, es una demostración de la debilidad político e institucional del país.
Ese show de mal gusto, casi vergonzoso, de llevar abogados de muchos puntos del país a expresar apoyo político al ex presidente de la República demuestra que estamos ante una grave debilidad institucional.
Si no hay confianza en que la justicia, y en este caso el Ministerio Público, pueda decidir libremente un expediente, el país está decididamente fuñido. Además, quien auspició el espectáculo fue precisamente el imputado, que es el líder de los que hicieron el escándalo.