Por Tomas Arias
El destacado Beisbolista Banilejo en Grandes Ligas Miguel Tejada le entrego un moderno estadio de beisbol a su barrio conocido como Máximo Gómez o-los barracones-hace alrededor de seis años atrás y el entusiasmo inundo a los moradores de dicho sector de igual forma a todos los deportistas de la zona sencillamente era un sueño hecho realidad tanto para Miguel Tejada como para los jóvenes que sueñan algún día alcanzar los logros que ha tenido este ídolo del beisbol.
La inversión fue millonaria pero el entusiasmo era mayor se habla de mas de 15,millones de pesos invertidos,con una pose espectacular el estadio miguel tejada lucia como algo fuera de serie, el terreno,las gradas,las áreas de cafeterías,las áreas de prensa,el V,I,P entre otros adornos parecía que este pley podría durar para siempre y que estaría en esas condiciones por muchos años.
Lo triste y lamentable es que no se creo un patronato para darle seguimiento y mantenimiento a esta importante obra deportiva que con tanto agrado nos regalo tejada.
Lo cierto es que al parecer esta comunidad no estaba preparada para recibir una obra de esta magnitud por lo que el deterioro no se hizo esperar y comenzó el desastre se robaron las puertas,los inodoros,los lava manos,los cristales,los alambres eléctricos entre otras cosas.
Hoy se encuentra en un total deterioro a tal punto que no parece ni la sombra de lo que se le entrego a la comunidad cabe decir que las autoridades gubernamentales y municipales no han mostrado ningún interés en que esta obra deportiva sea preservada para el uso de los jóvenes de esta zona ya que no colocaron personal para que vigilara y diera mantenimiento al pley pero además los deportistas que usan dicho estadio tampoco han mostrado preocupación por la higiene y la limpieza del mismo.
Y yo me pregunto valió la pena el gran esfuerzo y sacrificio de este muchacho que lo único que ha querido es aportar de lo que se ha ganado con tanto sacrificio para que otros jóvenes tengan la oportunidad que el no tuvo en su momento cuando el y otros de su generación tenían que trasladarse desde los barracones hasta el estadio Luis María Herrera mas de 4 kilómetros diario y a pies subir y bajar todos los días su intención fue evitarles esos malos ratos a los nuevos deportista del barrio pero parece que nadie lo interpreto.
Claro no todo esta perdido si se quiere se puede realizando una nueva inversión y colocando el personal que debe laborar es probable que se pueda rescatar y entiendo que en una sociedad como la que estamos viviendo donde la descomposición social,la perdida de valores,la violencia,la delincuencia,las drogas,nos arrebatan nuestros jóvenes cada día es urgente rescatar estos espacios.
