Washington, 24 abr (EFE).- Si es hallado culpable de los atentados de Boston, al joven Dzhokhar Tsarnaev le esperan o la pena de muerte, dentro de unos años, o la soledad total en una cárcel de máxima seguridad por el resto de sus días. La opción, quizá, dependerá de cuán firmes sean las creencias por las cuales Tsarnaev, de 19 años, siguió a su hermano Tamerlan, de 26, mochila al hombro, hacia la meta de la maratón de Boston el pasado 15 de abril.
El Gobierno de Estados Unidos ha acusado a Dzhokhar de ser coautor de los ataques con bombas que mataron a tres personas e hirieron a 280, y ha indicado que buscará la pena de muerte o la de prisión de por vida sin posibilidad de libertad anticipada.