Santo Domingo. La alternativa que supone el servicio de taxis al caótico sistema de transporte público de la capital y del país, se ha visto desbordada por un crecimiento descontrolado de unidades, disparidad tarifaria y falta de regulación, a través del Consejo de Administración y Regulación de Taxis (CART), que apenas tiene 3,487 taxistas rotulados de los 25 mil que se estiman a nivel nacional, y 142 empresas registradas de unas 160.
"Aquí la gente consigue la frecuencia de cualquier manera, programa un radio, elabora una tarjeta, y ya esa es una empresa que está creada, pero no como debe ser", dice Esteban Vargas, presidente de la Asociación Dominicana de Empresas de Taxis (Adetaxi) y representante de Taxi Anacaona.
Un señor, que pidió reserva de su nombre, recuerda que compró 10 carros y los arrendó a varias personas para que taxearan. ¿Sabe si esos vehículos los registraron en el CART?, le pregunta DL. "No llegaron a sacar rótulo, nunca diligencié eso", responde.
En el país no existe una normativa que regule el precio por kilometraje de los servicios de taxi, el cual se fija mediante acuerdos empresariales; RD$150 es la tarifa mínima. Antonio Marte, presidente de la Confederación Nacional del Transporte (Conatra), atribuye a ese sindicato la representación del "ciento por ciento" del sistema de taxi nacional.
Recientemente, el grupo Sidra, que Marte dirige, dejó en funcionamiento una compañía de taxi denominada Tuv Sud, calificada como moderna, segura (con GPS) y ejecutiva, que contempla mil unidades bajo una inversión de RD$200 millones. Se distingue por sus vehículos color crema.
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