martes, 25 de junio de 2013

Hoy decido denunciar, responsablemente, que en éste país existe el robo de una profesión


Según el Diccionario Manual de la Lengua Española Vox, la palabra usurpación es definida como "Apropiación injusta de una cosa que pertenece o corresponde a otra persona, especialmente de su cargo, su funciion o su identidad".

 Esta reflexión llegó a mi mente y se apoderó de todo mi ser, luego de una conversación que sostuve con el locutor Hugo Adames "El monseñor de la salsa, ahora con su emisora en internet El Monasterio de la Salsa," y su esposa, en Providence, Rhode Island, Estados Unidos.

 El tema sobre la mesa giraba acerca del locutor y las dificultades que enfrenta en el desenvolvimiento de su carrera. Sin embargo, ¿Quién podría negar que la nación dominicana ha parido una constelación de locutores que han sobresalido en la radiodifusión dominicana e internacional?, el mismo Hugo, es un testimonio viviente de la impronta del trabajador del micrófono, donde quiera que ha trabajado, ha dejado señales, huellas, carácter, profesionalismo, capacidad, talento, inspiración para crecer, pasión por la Carrera, y otras cualidades que han transfomado cada uno de esos medios para bien.

 Cuando examinamos el panorama de la locución dominicana, encontramos una pléyade que poseen condiciones no fáciles de encontrar, pero eso se debe al trabajo constante, a la preparación, la vocación para ejercer el oficio. 

 Me informó Hugo Adames que regresa a la República Dominicana, para el Jueves 27 de éste mes de Junio, estará explorando el ambiente de la comunicación radial y televisiva, porque anhela retirarse a vivir en su patria. Que Dios le ayude a encontrar un buen nido para establecerse, ya que de acuerdo a informaciones que poseemos hay crisis en el escenario de éste trabajo, porque improvisados están usurpando la profesión desde hace mucho tiempo, y nadie hace nada al respecto, ninguna institutución se interesa por regular la situación, cualquiera dice que es locutor y ya le dan trabajo, alguien habla en un establecimiento de diversion y al otro día amanece locutor, a nadie parece dolerle la situación del locutor y punto. 

 Hoy decido denunciar, responsablemente, que en éste país existe el robo de una profesión, sí, aquí se roba y se despoja a otro, otra, de una profesión, la del Locutor. 

 Antonio-Sócrates- Regalado