SANTO DOMINGO. "Es válido sentirse mal, caerse, deprimirse, pero, la mejor opción es levantarse, sacudirse y confiar en Dios, en que todo va estar mejor, y que lo peor ya pasó. Quedarse estancado simplemente significa un atraso, y hay que buscar formas de seguir adelante y ser optimista".
Estas emotivas palabras son de la ingeniera Francina Hungría, quien con un brillo especial en el rostro y segura postura, dejó claro que su fe es "inquebrantable". Confía en que Dios, a través de los avances de la medicina, le permitirá volver a ver la luz del sol.
Francina perdió la visión a raíz de un disparo, el pasado 23 de noviembre de 2012, al ser objeto de un atraco.
Después de ocho meses del suceso aún recibe tratamiento médico, pero sus proyectos no se detienen.
Está enfocada en aprender a usar el computador, y hacer sus "pininos" como cocinera.
Cuando domine el ordenador, volverá al ruedo profesional. No sabe si como ingeniera, o si en proyectos sociales, pero trabajará.
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