El cambio de estrategia en Siria de Estados Unidos, que ha pasado de la amenaza de un ataque militar inminente a dar tiempo a la diplomacia y descartar presionar con el ataque militar en la ONU, ha debilitado al presidente Barack Obama y, en paralelo, está dando fuerza a Rusia y a países "hostiles" a Washington como Irán, según coinciden los expertos.
"Es un momento muy difícil para Obama", quien está "atrapado" por una iniciativa diplomática, la de intentar poner bajo control internacional el arsenal químico sirio, con opciones muy limitadas de tener éxito, resumió este viernes Steffen Schmidt, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Estatal de Iowa.
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