De tanto cantar tendrá que haber consecuencia
Con los norteamericanos nada es casual, y en ese pleito entre sus agencias de inteligencia, investigación y persecución del crimen, alguien tiene que salir ganando.
No los organismos, claro está, pues estos se obstruyen o descalifican unos a otros, sino el sospechoso.
Llama la atención que los dominicanos que piden en extradición y juzgan allá no salen mal parados, sino conformes, y hasta contentos.
En un sistema que registra tan variada gama de delitos y en que las penas se acumulan, las condenas son de pocos años y sus bienes garantizados o devueltos.
¿Qué es lo que realmente sucede? Una de dos cosas, o ambas a la vez: que los leones no eran tan fieros como señalaban las autoridades nacionales o que en las cortes cantan como canarios.
No debe olvidarse que la justicia de EE.UU. tiene sus códigos y que los juicios se resuelven fuera de la sala del tribunal, en los despachos de fiscales y jueces.
Según se cuenta, y no hay por qué dudarlo, Quirino y Toño superaron a los famosos tenores y hay quienes debieran preocuparse del posible replay en el país.
Con tanto canto tiene que haber consecuencia.
diariolibre.com