Si mañana, por un universal acto de magia, se hiciera la paz absoluta en el planeta, desaparecerían los ejércitos y los insípidos llamados a la paz y la justicia. Luego desaparecerían himnos, banderas, escudos, gobiernos, congresos y códigos. Entonces desaparecerían los tesoros y las deudas externas. Por ultimo desaparecerían los testimoniantes de todo eso: diarios, periodistas, locutores y columnistas (me incluyo en el paquete). Bueno, lo único que no logro hacer desaparecer de un mundo tan aburrido son las superpotencias, que siempre han sido las más beneficiadas de nuestros mejores sueños.
POR RAMON COLOMBO