Que la infanta Cristina y su marido Iñaki (y hasta el mismo Juan Carlos con la Sofía) resuelvan con sentido práctico sus problemas con esa Justicia española que no cree en reyes ni infantas cuando de hacer cumplir la ley y castigar la corrupción se trata. Que hagan lo que han hecho otros: vienen a vivir aquí y ya (¡se imaginan este paisito tan comparón con tales pejes!). Y así, problema resuelto en un país que un día de estos cambiará el “Dios, Patria y Libertad” por un lema con más propiedad: “Na e na y to e to”.
POR RAMON COLOMBO