Y, además, extraño a don Payo Ginebra porque, como auténtico líder empresarial, sostuvo una actitud crítica ante las incoherencias del liderazgo político. Porque hoy estuviera expresándose sobre la corrupción y la impunidad; sobre la aberrante sentencia 168-13; sobre la modificación del Procesal Penal que le niega al ciudadano el derecho a demandar a los corruptos y sobre la ya inaplazable Ley de Partidos Políticos. Es más, don Payo estaría protestando la existencia de tantos depredadores del erario que están logrando aquí y allá que este país, como la arena, se nos escurra entre los dedos.
