Hace mucho tiempo, ¡hasta que por fin!, un país harto de tantos farsantes y renegados de todo compromiso primigenio; de tanta corrupción e impunidad; de tanta falta de voluntad para hacer valer las institucionalidad; de tanta negación de la democracia transparente; de tan fatua discursiva inconsecuente con los hechos; de tanto desacato a la más elemental decencia política... Hace mucho tiempo que este país esperaba que alguien diera un paso al frente con sus más legítimos sentimientos y gritara “¡Basta!”. ¡Qué bueno que Minou haga valer precisamente ahora el luminoso legado de sus padres!