Como una mujer “brillante” que pensó en sus hijos hasta el último momento de su vida, definió José Sing a su hija Natasha Sing, de 30 años, asesinada el pasado mes de abril por unos sicarios en el municipio Santo Domingo Este.Una sonrisa ilumina su rostro al hablar de la fortaleza de su hija, quien tuvo que enfrentar la vida siendo madre soltera desde muy joven, llegando a procrear dos hijos. Una niña de 15 años y un varón de 13.
Desde el momento en que Sing vio su teléfono sonar ese día en la mañana, sabía que había pasado algo malo porque Natasha no le llamada a esa hora.
“Ella tuvo mucho valor y no se atemorizó. Incluso ya impactada ella trató de salir, dio reversa y giró el volante para salir del tapón, no pudo y choco al vehículo de atrás, y ahí es que el individuo se acerca y le da los disparos que fueron mortales. Yo sé que durante el evento ella estaba pensando en sus hijos, eso era lo más grande y eso la mantuvo alerta, tratando de salir”, describió Sing al hablar de los últimos momentos de Natasha.
No guarda rencor a quienes le quitaron la vida a su hija ya que eso “no sirve de nada”. Indica que Natasha tenía una personalidad muy interesante porque podía ser tierna y tener carácter, un modelo para sus hermanos. Indicó que lo que le pasó a su hija le compete a todos porque, en ocasiones, todos ayudamos a la delincuencia y la corrupción.
“Esto tiene que ver con todos nosotros y podemos hacer algo para que esto cambie, y debemos estar conscientes de que tiene que ser un cambio cultural y una forma de ver las cosas, porque aquí la persona que no es corrupta o trafica con influencia le dicen que es un tonto”, sostuvo. Argumentó que somos nosotros los que estamos creando las condiciones con acciones pequeñas y grandes.
Dijo que están ponderando si se constituirán en actores civiles en el caso para pedir indemnización.