Ayer me encontré de pronto con un extraplanetario. No puedo precisar si se trataba de un venusino o un plutoniano, o quizás de una criatura procedente de un planeta más lejano. Estaba muy bien disfrazado de terrícola dominicano, pues su piel no era verde, ni tenía antenitas en la frente, ni ojos acerados de maco, ni brazos de cuatro metros. Pero pude identificarlo claramente cuando me dijo que estaba “asombrado” de que los diputados del PRD (creo que empleados de Miguelito) en menos de 24 horas cambiaron su posición para que Vinicito Castillo, ser procedente del período Cámbrico, sea diputado.