NUEVA YORK._ "El diablo me obligó a asesinar los niños", dijo el psicópata desamparado Daniel St. Hubert, quien acuchilló mortalmente al niño Joshua (PJ) Avitto y dejó grave a la niña Mikayla Capers, en un edificio de Brooklyn donde las víctimas caminaban por un pasillo del edificio en el que vivían.
Después de apuñalar a las víctimas, Hubert, fue a un refugio para desamparados en el mismo condado, donde le confesó a un supervisor que "hice cosas malas".
El empleado del refugio, dijo que Hubert, le aseguró que "el diablo, fue quien me obligó a matar a los niños".
Pero cuando fue arrestado, el miércoles de la semana pasada, rehusó declararse culpable. Los investigadores le preguntaron cómo fueron a parar sus huellas dactilares en uno de los elevadores de un edificio del proyecto de viviendas Boulevar Houses, donde acuchilló a los menores.
"El diablo puso mis huellas allí", respondió el psicópata.
Por Miguel Cruz Tejada