martes, 1 de julio de 2014

La puta de nombre extraño que me llevó a la cama

Un Momentito con Miguel


. Entró a la emisora media hora antes de terminar mi show, sonreía mientras se presentaba, fue amor a primera vista, me hechizó con un beso inesperado, pensé me había sacado la lotería con dicha conquista. 

Apreté el acelerador de mi Corazón y sin importar el peligro de los excesos recorrí las curvas de su cuerpo a velocidades no permitidas. Una y otra vez besaba los labios de aquella diosa impura embriagándome con el aroma del tinto que dejaba caer en su anatomía. 

 Terminó de quitarse la ropa de la que solo le quedaba un diminuto panties color blanco, su piel me dio un calor haciéndome sudar al tiempo de estremecerme, sus ritmos al mover las caderas tenían la precisión de un piloto al ubicar la pista de aterrizaje. 

 Dócil se dejaba sentir al tiempo de susurrarme hazme tuya por completo, hazme tuya de todas las maneras y así fue. Sus gemidos me llevaron a lo más alto del monumento de la ciudad de Santiago y desde ahí un grito de libertad salía de mi garganta para manifestar la llegada de un orgasmo.

 Ella venia de un burdel dispuesta a estar con hombres y mujeres, no le importaba sexo o edad, lo de esa mujer era afectar el equilibrio en la vida de su presa, aunque debo reconocer su arte para dar las dos mil dos caricias. 

 Conoce más habitaciones que estrellas vistas en el Cielo, cada día manos diferentes recorren su cuerpo, a mi me tocó disfrutar de su bosque húmedo y el deseo de comer se me quitó, solo quería comer del manjar al que era llevado siguiendo las rutas de sus piernas. 

 Después de temblar y sentir sensaciones extrañas, mil gotas de sudor corrían por mi cuerpo, la cabeza parecía estallar, las coyunturas con fuerte dolor y un caminar torpe pues ella me había dejado sin fuerzas. 

Aun estoy ahí, naufragando en las olas de ese Mar inmenso del placer, sintiendo su tibia lengua rosando la mía y después muriendo poco a poco en medio del abrazo que me daba y la cicuta que en sus labios encontraba. Chikungunya, es la puta de nombre extraño que me llevó a la cama