Santiago.- La sequía, sedimentación y la contaminación constituyen una seria amenaza para miles de familias y de productores agrícola que dependen del agua que suple el río Yaque del Norte, la más importante fuente acuífera de Santiago y pueblos de la Línea Noroeste.
Golpeado por los efectos de la naturaleza, el descuido de las autoridades y las agresiones de los seres humanos que se han congregados en su ribera para formar asentamientos humanos, este afluente se ve amenazado cada día y su pronóstico de vida es cada vez más limitado. Se estima que en Santiago cerca de 20 mil familias viven en áreas marginadas y que una gran parte de estos lanzan sus desperdicios a este río y otros afluentes que desembocan en él.