miércoles, 27 de agosto de 2014

Ojalá yo pierda

Por Ramón Colombo


 Antaño, los campesinos ventajistas, cien por ciento seguros de su ganancia de causa, apostaban “peso a cabo’e túbano...” (Cabo: la rabiza de un cigarrillo o un puro). Antaño, los campesinos que solían no equivocarse, apostaban “peso a cabo’e túbano a que...” (Túbano: denominación arcaica de puro o habano). Antaño, los campesinos que sabían lo que se movía detrás de las apariencias, hoy hubieran dicho lo que digo: “Apuesto peso a cabo’e túbano a que al ex Nuncio Józef Wesolowski, pese a lo que dice el Procurador, no lo van a pedir en extradición...”. Apostemos, pues... (Y ojalá yo pierda mi peso).