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Que grata oportunidad me da la vida de comunicarme con ustedes a través de esta vía y que alegría siente mi corazón cuando recibo sus retroalimentaciones sobre cada una de las entregas de esta columna. Gracias del alma, por ser parte de mi vida. Hoy hablaré de emociones y sentimientos que en nada nos ayudan en el propósito de vivir una vida plena. Es buen momento para revisar si algunos de ellos forman parte de nuestro accionar para echar a la basura lo que en nada nos colabora.
El resentimiento, es mantener el enojo hacia alguien o algo que por mucho tiempo nos convierte en seres hostiles con una ira no resuelta sobre un acontecimiento. Hay un tiempo para procesar las razones que tuvo la otra persona y ponernos en sus zapatos.
La envidia, el no dominarla, puede ser altamente destructiva para quien la siente, querer ser lo que el otro es o tener lo que otro quiere es muy desgastante y en el momento que surgen las comparaciones y no encontramos las razones de por qué otros tienen lo que nosotros no tenemos, siempre quedaremos mal parados.
El orgullo el exceso de orgullo o la vertiente negativa de este sentimiento llega a convertirse en arrogancia, vanidad, exceso de estimación. La mejor manera de dejar de ser orgullosos es abriéndonos a escuchar al otro.El miedo, es una cualidad paralizante que no nos deja avanzar en ningún sentido. Cuando tenemos miedo nuestras facultades se anulan, nuestras capacidades se ven reducidas a lo mas mínimo, nos quedamos en el mismo sitio y sintiendo que al desplazarnos podemos fracasar. Arriésgate decídete a actuar.
La tristeza, ¿Quién no ha tenido momentos de baja emocional? esa emoción que sentimos cuando perdemos a alguien o algo. Te recomiendo que en esos momentos de tristeza analices por qué lo que estás sintiendo y que hay soluciones y oportunidades para revertir esta situación.El odio, desear que alguien desaparezca del planeta o que le ocurran las peores situaciones de manera indefinida puede ser un indicativo de que odias a esa persona. ”bvialo aprendiendo que la unión de dos seres humanos solo es posible cuando ambos se encuentran en el mismo nivel emocional y espiritual.Ya libre de ataduras aparece el presente, al cual verás claramente, lo enfrentarás con decisión y con la mente suficientemente ligera.