Cuando se sale con los amigos a bailar y a disfrutar de unos tragos, y llega la madrugada, todos coinciden en que no hay nada mejor para terminar la noche que comerse un rico chimichurri. Los “chimis”, como se les llama generalmente, son un clásico de la cocina dominicana, aunque más bien debería decirse un clásico de la comida de calle dominicana. Tanto es así, que son pocos los mortales dominicanos que se atreven a negarse a degustar un chimichurri, elaborado con una rica carne de res a la plancha, repollo, tomate y cebolla; pero lo que sí es imprescindible es que el pan sea de agua, pues sin éste, el sabor del “chimi” no es el mismo. El secreto de la salsa con la que se adereza esta sabrosa “hamburguesa dominicana”, que le da ese sabor característico, está en mezclar una cucharada de salsa inglesa con la mayonesa, jugo de naranja y ketchup.
Un detalle interesante es que en su preparación se utiliza sal púrpura o sal de “chimi”, la cual le da un color morado a la carne, razón por la cual esta comida ha sido objeto de bromas entre los amantes de esta singular preparación. Una de ellas, hace referencia sobre la escasez de perros cerca de los puestos de chimi, haciendo alusión a que están preparados con la carne de estos animales. Este popular sándwich de carne, se ha hecho tan famoso en el gusto de los comensales, que en cada esquina se puede encontrar un establecimiento o uno de los llamados “carritos” que los ofrece. Por ejemplo, en El Cafecito, ubicado en la Tiradentes, al lado de Drink To Go; La Marquesina, que se encuentra en el ensanche Miraflores, próximo a la Cruz Roja, o en Pícalo, en la Lope de Vega, puedes degustar sabrosos “chimis” preparados con altos estándares de higiene.
