La ciudad de San Cristóbal no sólo es la cuna de la Constitución dominicana, sino que también alberga un conjunto de edificaciones que forman parte de la historia y de los patrimonios nacionales. Ubicada a sólo 15 minutos de Santo Domingo, al sur de la República Dominicana, la provincia San Cristóbal cuenta con una amplia riqueza económica, cultural, social, religiosa e histórica
Entre los monumentos que posee, ya sean patrimonio o no, y que son baluartes importantes de la nación están: las Ruinas e instalaciones del Ingenio de Nigua, La glorieta del parque Eugenio de Jesús Marcano, la Catedral Nuestra Señora de la Consolación, el Monumento a los Constituyentes, la Casa de Caoba, que era la mansión campestre del tirano Rafael Leonidas Trujillo y el Castillo del Cerro, construido también para el dictador.
Para su época, Trujillo construyó en su natal San Cristóbal varias casas con un estilo y una finalidad peculiar. Sólo en esta ciudad el jefe poseía más de siete casas veraniegas, entre las que están: la Casa de Caoba, el Castillo del Cerro, la casa de playa de Najayo o Casa de Marfil y la Hacienda María o Casa Blanca.
Se dice que la residencia campestre predilecta del tirano era la Casa de Caoba, gracias a que está ubicada en el punto más alto de lo que fue Villa Fundación, pero la obra más suntuosa era la del Castillo o Palacio del Cerro, cuyo diseño estuvo a cargo del arquitecto europeo y mayor del Ejército Nacional, Henry Gasón, cuya inversión fue de cinco millones de pesos. La edificación está conformada por más de 30 habitaciones, ocho salones de juego y fiesta, y más de 15 baños diseminados en sus cinco niveles.
A pesar de toda esta esplendidez nunca la habitó porque no caló en su gusto, pues muchos detalles, eran más bien una denuncia a su régimen.