Durante el 2014, más de 230,000 hombres en Estados Unidos serán diagnosticados con cáncer de próstata y cerca de 30,000 morirán por la enfermedad.
Estas estadísticas, de la Sociedad Americana del Cáncer (ACS), muestran que éste sigue siendo uno de los tipos de cáncer más mortales entre los hombres estadounidenses.
Lo más preocupante, según la ACS, es que cientos de hombres mayores de 40 años podrían estar padeciendo este mal y no lo saben porque no se han hecho exámenes médicos para detectarlo. Este es el caso de muchos hispanos quienes comienzan a presentar síntomas cuando la enfermedad está muy avanzada.
Según la ACS, casi 16,000 hispanos serán diagnosticados con cáncer de próstata este año, mientras que 1,600 fallecerán por la enfermedad.
Pruebas de detección
Aprovechando que septiembre es el Mes de Concientización sobre el Cáncer de Próstata, la ACS recomienda a todos los hombres —especialmente los latinos— hacerse pruebas de detección después de los 50 años. A esa edad, el hombre tiene que hacerse, una vez al año, el examen digital del recto (DRE) y la prueba sanguínea del antígeno prostático específico (PSA).
Pero si tiene antecedentes genéticos, es decir, si un familiar cercano tuvo cáncer de próstata: su hermano, su padre o tío, los exámenes deben comenzar a los 45 o incluso a los 40 años.
"Algo importante que la ACS recomienda es que los hombres hablen con sus médicos primero sobre los beneficios y los posibles efectos negativos de hacerse la prueba de detección del cáncer de próstata", aclara el doctor Álvaro Carrascal, vicepresidente de ACS.
"La prueba de sangre (PSA) no es muy específica, entonces puede dar positiva en personas que no tienen cáncer, y, si se le realiza una intervención para hacer una biopsia, o una cirugía de la próstata, pueden haber complicaciones y riesgos", explica el experto.