En medio de un fuerte dispositivo de seguridad fueron trasladados a la cárcel de Najayo, ayer en la tarde, los fiscales Máximo Antonio Díaz Ogando y Ramón Augusto Veras Castro, involucrados en el caso del robo de 950 kilos de droga durante un operativo realizado por la Dirección Antinarcóticos de la Policía (Dican), y el exdirector de esa institución, Carlos Fernández Valerio.
Luis Aybar, uno de los abogados de Fernández Valerio, responsabilizó a Domínguez Brito de lo que le pudiera pasar a su defendido.
“En este país ninguna cárcel es segura para Fernández Valerio, porque siempre habrá un preso que él encerró”, dijo.
En la cárcel de Najayo guardan prisión los hermanos colombianos Huber y Ángel María Buitrago, propietarios de un laboratorio de procesar drogas en San Cristóbal, desmantelado por Valerio.
En el mismo penal están otros narcotraficantes, apresados por él.