Puerto Príncipe
Antes de que la tierra se estremeciera y alterara sus vidas por completo, Rosena Dordor vivía como millones de haitianos pobres, en una casa diminuta sin agua potable ni instalaciones sanitarias, luchando por sobrevivir con su familia y con el miedo de que el próximo aumento en la renta los dejara en la calle.
El desastre desató un flujo masivo de ayuda internacional. Gobiernos y grupos de apoyo llegaron para ofrecer asistencia inmediata y desarrollo a largo plazo.
El sismo es uno de los peores desastres naturales de la historia reciente, acabó con la vida de cerca de 300.000 personas, dañó o destruyó más de 300.000 construcciones en Puerto Príncipe y literalmente destruyó al gobierno, derrumbando casi todos los edificios de los ministerios. Las prisiones y las estaciones de policía también quedaron en ruinas.