MONSEÑOR NOUEL. Yoel Vidal Sánchez es un capitán de la Policía Nacional que pasa sus días entre perros detectores de narcóticos y papel moneda. Como miembro de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), se especializa en entrenar a los ejemplares de la Unidad Canina (K-9), una fuerza animal que detectó aproximadamente el 9 % de más de 10 toneladas de drogas decomisadas en el 2014.
"Yo pertenecía a la compañía de Narcóticos y Drogas Peligrosas. Llegaba temprano y, sin pertenecer a la Unidad Canina, me metía en las perreras", recuerda Vidal. Con interés de que lo trasladaran, limpiaba las perreras sin corresponderle. En 1998 se organiza un curso para guías caninos en Miami, y lo incluyeron. "De ahí vengo con mi primer perro, llamado Berry", dice.
Con 41 años de edad, Vidal es hoy el encargado de la Escuela Regional de Entrenamiento Canino que dirige la DNCD. Entre el aullido de una veintena de perros y olor a alimento perruno, cuenta a DL que Berry fue un pastor belga malinois.
Es una mañana tranquila de un viernes y el agente Jorge Luis Suriel está listo para hacer una práctica de detección de drogas con su perro Gapey, un sheperd dog negro de espíritu juguetón.
Cuando le dan la orden, el can busca en cajones que simulan ser maletas de un aeropuerto, y cuando detecta algo inusual, se sienta. Al quedarse quieto indica que encontró algo: dos bolsas con dólares. En otra área del campo de práctica encuentra 100 gramos de cocaína. Más adelante, en cajas que aparentan ser la carga de un puerto, consigue 75 gramos de marihuana. Escondidos en el parachoques de un vehículo, detecta 100 gramos de heroína. En gavetas de un archivo tipo oficina, descubre 100 gramos de cocaína y 75 gramos de marihuana, y 100 gramos de heroína. ¿Cómo lo logra? (Vea la detección en el video).