Descubrieron la china en gajitos los abogados de Félix Bautista, al declarar que el suyo es un caso político. Claro que es así porque los hechos que habría cometido, conjuntamente con su naturaleza penal, son netamente políticos.
Porque, por ser político profesional, sus actos públicos y privados tienen importancia política.
Porque lo que se le imputa lesiona a su partido político. Porque prevaricar con recursos públicos afecta el prestigio político del Estado. Y porque el ocupar el banquillo de los acusados, aunque sea por robar un picapollo, pone políticamente en entredicho a su protector, padre putativo y líder... político.